Practicando meditación se obtienen numerosos beneficios: entramos en un estado de paz mental; equilibramos los sistemas nervioso e inmunitario; tomamos consciencia de lo que está pendiente en la vida y encontramos  soluciones a los asuntos por resolver; encontramos el autoapoyo para afrontar situaciones de cambio; disfrutamos de la vivencia de sentir AMOR que brota desde el chakra cardíaco, hacia el resto del cuerpo e irradia al exterior; restablecemos la relación con los elementos de la naturaleza y sincronizamos nuestro ritmo biológico con los ritmos naturales; podemos conectar con otros planos y las energías de Amor de las que hablan distintas tradiciones espirituales.

Al meditar, la frecuencia de las ondas cerebrales va cambiando de ondas beta (actividad consciente, normal y alerta de 15-30 Hz) a ondas alfa (estado de relajación, creatividad, de 9 a 14 Hz). Y a estados más profundos: de ondas Theta (solución de problemas y relajación profunda. de 4 a 8 Hz) y delta (relajación profunda de 1 a 3 Hz).

Meditar puede abrir una puerta a otras dimensiones para experimentar estados de felicidad y amor y traerlo al cuerpo, al presente. Estar atentos  a la respiración facilita un mayor conocimiento de uno mismo. Esto conduce a una mejor escucha y percepción del entorno e impulsa a actuar para vivir con mayor libertad. Facilita recorrer tu camino vital desde tu corazón y  dominar los miedos, inseguridades y limitaciones del ego. Para realizarte en la vida plenamente como ser humano.